lunes, 2 de diciembre de 2013

Críticas de teatro 5... por Candela

FUERZA BRUTA

Fuerza Bruta, es un grupo de acróbatas, músicos y actores argentinos que se presentan desde 2005. Están a cargo de su director Diqui James. Para describirlo, se hace difícil explicar lo que se vive en sus shows. Su público es muy variado, principalmente jóvenes pero también gente mayor y hasta nenes con sus padres. Sin embargo, la unicidad se encuentra en la emoción y energía que demuestran todos sus espectadores.
La obra presenta un lenguaje abstracto desde la creación y no muestra una idea clara ni un hilo  sino que cada espectador interpreta lo que quiere. Nadie sabe su significado, porque no lo tiene y es por ello que se encuentra al alcance de todas las personas.
El espacio y la utilización del mismo es clave en esta obra. Se modifica de manera continua, y es fundamental para que nada sea previsible. La sorpresa se presenta en todo momento, no es un efecto sino un estado constante y necesario para la efectividad de la obra, para modificar profundamente la realidad del espectador. Los espectadores están en constante asombro durante todo el desarrollo de la obra.

Con relación al público, este no es participe de la obra sino que forma parte de la misma es prácticamente un integrante más. Se rompe con el concepto de ver una obra, ya que se está dentro  de ella. El espectador se moja, baila, es obligado a moverse por el espacio, interactúa con los personajes. Como se produce esto? Desde ya es innegable la calidad del show en cuanto a la producción: hablamos de “paredes” de cartón que los personajes rompen continuamente hasta una pileta gigante que aparece por sobre los espectadores. La música, a cargo de Gaby Kerpel es sin duda uno de los rasgos más destacables del espectáculo, no sólo acompaña las escenas, sino que crea los climas de cada una de ellas. La performance de los intérpretes acompaña la magnificencia de los efectos y es destacable en cuanto a la energía desplegada.
Se trata de una alternativa innovadora, en donde se permite al público explorar nuevas sensaciones con todos sus sentidos de manera interactiva. La obra mantiene expectante al público durante los 60 minutos de duración. Danza aérea, acrobacia, música electrónica, velocidad, cuerpos arrojándose en el espacio y en el agua. Todo invita a dejarse llevar, a sentir simplemente. Este espectáculo es una búsqueda continua de creatividad, motivación e innovación.
No se puede dejar de resaltar que si bien no es solo un espectáculo de danza aérea, esta se muestra en exceso y se evidencia una falta de técnica en la utilización de los elementos.

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